205 Argumentos en favor del Naturismo

El Naturismo es más natural que la vestimenta obligatoria:


90- El Naturismo, como una celebración del cuerpo humano natural, libre de la artificialidad de la moda, es altamente compatible con los ideales de un estilo de vida simple, natural y de no agresión al medio ambiente.

91- Así como trabajamos para el bienestar de la naturaleza, también deberíamos trabajar para el bienestar y la libertad de nuestros cuerpos, especialmente en la medida en que ellos puedan integrarse con el resto de la naturaleza.

Como ha observado la Federación Naturista de Quebec: "
La naturaleza no es solo árboles, también es nuestros cuerpos."

92- Las metas del Naturismo y del ambientalismo generalmente son paralelas. Como este, el Naturismo procura preservar el carácter natural de los paisajes y se opone a la urbanización y explotación comercial. El gran riesgo para la mayoría de las playas no es la desnudez, sino la urbanización y la toma de posesión de áreas, originalmente públicas, por parte de balnearios, hoteles y complejos turísticos privados.

93- Desnudo uno se siente parte de un lugar natural, vestido es un observador.

94- El nudista es más sensualmente consciente, porque la desnudez aumenta su sensibilidad, y su experiencia sensorial.

95- La vestimenta nos aísla del mundo que nos rodea, inhibiendo la habilidad de la piel de censar el entorno e irritándola artificialmente.

Paul Ableman escribe: "
Si los primitivos perdieron su cultura [al haber sido vestidos por los misioneros], también perdieron su entorno. El aborigen perdió el sol, la lluvia, la hierba bajo sus pies, el follaje que rozaba su piel cuando caminaba por el bosque, el agua de los lagos, los ríos y el océano, que se deslizaba junto a el, y sobre todo, la incesante comunión con el viento. Cualquiera que haya pasado algún tiempo desnudo al aire libre sabe que el juego de los elementos sobre el cuerpo, produce una sensación siempre cambiante, que puede alcanzar la intensidad erótica. La piel se torna vivaz y sensible y se genera un espectro totalmente nuevo de sensaciones. Cubra su cuerpo y esta rica comunión es reemplazada meramente por fortuitos e incluso irritantes contactos con tejido inerte. Se produce un enorme cambio, y su magnitud tal vez pueda juzgarse por la aversión de los indios de Tierra del Fuego a adoptar vestimenta. Estos vivían en un clima tan duro, que Darwin observó nieve fundiéndose en los pechos desnudos de una mujer. Preferían el contacto dérmico con el entorno, hostil como era, a la perdida de la sensación que implicaba vestir ropas."

96- La vestimenta compulsiva es incompatible con los dictados de la naturaleza, como lo expresan todos los demás miembros del reino animal. Los humanos son la única especie que se viste a si misma.

97- Algunos psicólogos teorizan que los humanos desarrollaron la vestimenta, en parte, para apartarse de los animales.

Fred Ilfeld y Roger Lauer escriben: "
El mayor objetivo del hombre es la superioridad... y una manera de conseguirla es vistiéndose. Las ropas no solo decoran y protegen, ellas también le dan jerarquía a quien las lleva, no solo respecto de sus iguales, además y principalmente, en relación a su lugar en la naturaleza. La vestimenta, al ocultar sus órganos sexuales, hace que el ser humano parezca menos un animal y más un dios." Lawrence Langner agrega: "El hombre moderno es un puritano, no un pagano, y con su ropa ha podido sobrellevar su sentimiento de vergüenza con relación a la exposición de sus órganos sexuales en público, en compañía mixta. Ha logrado esto transformando su inferioridad básica en un sentimiento de superioridad, relacionándose a si mismo con Dios a cuya imagen asexuada el reclama estar hecho. Pero al sacarse todas sus ropas, es fácil ver que el es mitad dios, mitad animal. Está jugando dos roles que son contradictorios entre sí, y el resultado es una gran confusión."

98- La barrera física de la vestimenta refuerza las barreras psicológicas que nos separan del mundo natural.

En nuestra sociedad de vestidismo obsesivo, nos hemos distanciado tanto de la naturaleza que la sola visión de nuestro estado natural, resulta a menudo alarmante. Allen Ginsberg escribe: "
La verdad siempre puede sorprender un poco, porque nosotros somos criaturas de hábito, especialmente en nuestra hipermercantilizada, hiperindustrializada e hipermilitarizada sociedad. Cualquier presentación de la naturaleza tiende a parecer chocante."

99- Los estilos de vida que son incompatibles con los dictados de la naturaleza (incluyendo el vestidismo obsesivo) pueden resultar psicológicamente dañinos.

Robert Bahr escribe: "
La desnudez es el estado natural del ser humano; la vestimenta impone una barrera entre nosotros y Dios, la naturaleza, el universo que sirve para deshumanizarnos totalmente." Paradójicamente, recuerda Jeremy Seabrook, "la sola presencia de los occidentales [en las playas nudistas] en el sur, es una expresión de algo faltante en sus vidas diarias. Después de todo, la industria en general no es devota de permitir a la gente apartarse totalmente de ella. ¿De que se quieren apartar precisamente, cuando la iconografía de su cultura se presenta globalmente como el proveedor de todo? Muchos podrán admitir que están buscando algo que no tienen en casa (además del sol), algo que tiene que ver con la autenticidad, una forma de ser ‘íntegro’... Ellos se han despojado de su herencia cultural; y es por eso que tienen que comprar lo que debería ser un derecho de todos los seres humanos: un anclaje seguro en ritos y celebraciones que acompañen los momentos significativos de nuestras vidas humanas."

100- Un estilo de vida Naturista es ambientalmente más responsable. Por ejemplo, la opción de andar desnudo en climas cálidos reduce drásticamente la necesidad de aire acondicionado. La mayoría de los equipos de aire acondicionado usan tremendas cantidades de energía y suelen usar refrigerantes que son perjudiciales para la capa de ozono.

101- La vestimenta se produce por procesos ambientalmente irresponsables y con materias primas de fuentes ambientalmente irresponsables.

Por ejemplo, los sintéticos se derivan del petróleo y el algodón se cultiva con técnicas de agricultura que emplean pesticidas en forma intensiva. El algodón constituye la mitad del consumo textil del mundo, y es una de las cosechas que requiere más rociado de pesticidas. La confección de vestimenta también incluye blanqueo con cloro, teñido químico, estampado usando compuestos metálicos, acabados con resinas y formaldehído, y electrodeposición; todos estos procesos incorporan residuos tóxicos a las aguas de desecho.

 

Los requerimientos de vestimenta aceptados son arbitrarios e inconsistentes:


102- Los estándares de vestimenta son inconsistentes.

Por ejemplo, una bikini es aceptado e incluso alabada en una playa, pero prohibida en otra parte, en una tienda, por ejemplo. Incluso en una playa, una bikini cara se considera aceptable, mientras que la ropa interior no, aunque cubre la misma superficie o incluso más.

103- Los requerimientos de vestimenta son arbitrarios y se basan en el sexo de manera irracional.

Hasta 1920 por ejemplo, los tobillos y las pantorrillas femeninas se consideraban eróticas en la cultura occidental, aunque los hombres vestían pantalones cortos. Los japoneses consideraban erótica la parte trasera del cuello de la mujer, y en la actualidad, las culturas de Oriente Medio ocultan el rostro de la mujer. Durante la Guerra del Golfo en 1991, al personal femenino de la armada de los Estados Unidos, se le prohibió el uso de remeras que dejaban sus brazos al descubierto, porque esto podía ofender a los aliados de Arabia Saudita. Las mujeres, pero no los hombres, fueron forzadas a usar ropa que cubriera totalmente sus brazos, en el sofocante calor del desierto.

104- Actualmente en nuestra cultura, los senos femeninos se ven como eróticos y no exhibibles, aunque son anatómicamente iguales a los de los hombres, excepto por la capacidad lactatoria, y no son más órgano sexual que los de este.

Expertos médicos observan que los pechos masculinos tienen las mismas capacidades eróticas que los de las mujeres. Otros estudios sugieren además que la mujer es tan atraída sexualmente por un hombre con el torso descubierto, como este es atraído por una mujer.

105- La naturaleza arbitraria de los requerimientos de vestimenta se evidencia en los distintos standards de las distintas culturas.

Por ejemplo, una revisión de 190 sociedades en 1951 encontró que, al contrario de los standards de nuestra propia cultura, relativamente pocas consideraban impúdica la exposición de los senos femeninos. Julian Robinson observa: "
Pocos grupos culturales coinciden en que partes del cuerpo deben cubrirse y cuales pueden mostrarse abiertamente... Por cierto, mucha gente piensa que es difícil de comprender la lógica subyacente en cualquier otra forma de vestimenta y adorno que difiera de la que el viste actualmente, encontrándolas antinaturales e incluso incivilizadas. El considerar la exposición u observación de aquellas partes del cuerpo que generalmente se mantienen cubiertas horroriza y disgusta tanto que hasta piden a sus legisladores que los protejan de esta posibilidad."

106- La naturaleza arbitraria de los requerimientos de vestimenta es reflejada por la historia. Incluso en la misma cultura, los tabúes acerca de que partes del cuerpo pueden o no mostrarse han cambiado radicalmente a través del tiempo.

Por ejemplo, antes de la enmienda de los estatutos en 1930 en los Estados Unidos, los hombres eran arrestados por nadar sin remera. Muchas de las pinturas y esculturas hoy consideradas clásicas, por ejemplo el Juicio Final de Miguel Angel, fueron consideradas obscenas en su época. El tabú del cuerpo alcanza su máxima expresión a mediados del siglo XIX en Inglaterra y Estados Unidos, cuando se consideraba impropia la mención de casi cualquier detalle del cuerpo humano en compañía mixta. Howard Warren escribe: "
A una mujer le estaba permitido tener cabeza y pies, pero entre el cuello y las pantorrillas, solo estaba permitido mencionar el corazón y el estómago. La exposición de las pantorrillas, incluso con medias, era considerado impúdico." Por otro lado, a principios del siglo XIX, la vestimenta femenina de moda en Francia era tan escasa que un vestido completo incluyendo los zapatos no alcanzaba a pesar más de 250 gramos. Lois M. Gurel escribe: "Es preciso recordar que la ropa en si no es ni moral ni inmoral. Es la ruptura de las tradiciones lo que la hace inmoral."

El grado en que podían exhibirse los pechos femeninos ha variado en forma importante en el transcurso de la historia, en la cultura occidental. En ciertas épocas, los escotes femeninos se han hundido tan profundamente que los senos estaban más expuestos que cubiertos. La historiadora Aileen Ribeiro hace notar que a principios del siglo XV, "
Los vestidos femeninos se hicieron cada vez más ajustados sobre el busto. Algunos tenían frentes abiertos, incluso mostrando los pezones." Los senos se dejaron de mostrar durante todo el siglo XVII y aparecieron en escena nuevamente en el siglo XVIII, especialmente en la corte del rey Carlos II de Inglaterra. Irónicamente, en este mismo periodo, una mujer respetable nunca debía ser vista en público con la punta de sus hombros al descubierto.

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